La Columbia Graphophone Company, S.A.E. de San Sebastián

La Voz de Guipúzcoa (1929)

Esta sociedad anónima fue fundada el 30 de agosto de 1923 en San Sebastián por Juan Inurrieta, industrial, Eduardo Vega de Seoane Echeverría, abogado, y Baltasar Repáraz, empleado que también desempeñó labores como apoderado para la disuelta Sociedad Hispano Americana. El edificio se erige en la Calle Eustasio Amilibia (1) en el barrio del Antiguo, y su construcción estuvo a cargo del ingeniero de caminos Juan Machimbarrena (2).

Se trata de una sociedad de carácter industrial cuyo objetivo es la “la fabricación y venta de los discos marca Regal y Columbia, así como también las máquinas parlantes y grafónolas y sus accesorios en España y posesiones”. Su domicilio social coincidirá con el de la disuelta Sociedad Hispano Americana, situado en la Avenida de la Libertad n.º 27, 2º. De acuerdo con sus estatutos, la sociedad estará gobernada por una Junta General de Accionistas, un Consejo de Administración y un Director Gerente. El primer consejo de administración estuvo encabezado por Don Fernando Sardón como presidente, Don Eduardo Vega de Seoane como vicepresidente, y Baltasar Reparaz como secretario. Posteriormente, la presidencia pasaría a manos de Don Antonio Inurrieta, hermano de Juan, y la secretaría del consejo de administración recaería en Don Prudencio de Parra de Aguirre.

El Director Gerente de la sociedad sería Don Juan Inurrieta, sin límite temporal, ejerciendo esta función mientras lo deseara y asumiendo la gestión completa de los asuntos de la sociedad, especialmente aquellos relacionados directamente con la fábrica de discos y aparatos. En el momento de la constitución, Juan Inurrieta aportó a la sociedad el contrato firmado con la Columbia Graphophone Limited de Londres, datado el 17 de enero del mismo año, junto con todos los derechos derivados de dicho contrato.

Dentro de su actividad comercial, en su primer catálogo de 1924, se publicaron bajo la marca Regal las primeras grabaciones del Orfeón Donostiarra dirigido por Secundino Esnaola, la Trikitixa de Zumárraga y de Gipuzkoa, la Tamborrada donostiarra, así como interpretaciones de destacados artistas como el barítono Celestino Sarobe o el bajo Gabriel Olaizola, entre otros. Además, el txistu de los Sres. Elola y Landaluce o de los Txistularis de Bilbao encontraron su lugar en este catálogo.

Asimismo, se produjeron discos con matrices de la Columbia americana (3), que se incorporaron al catálogo del mismo año, incluyendo fragmentos de óperas interpretadas por Florencio Constantino o José Mardones.

En sus primeros años, para la distribución de sus discos, la compañía utilizó los canales previamente establecidos por la desaparecida Sociedad Hispano Americana. A comienzos de junio de 1924, en la calle Hortaleza n.º 2 de Madrid, se pusieron a la venta los discos de la marca Regal fabricados por Columbia, con interpretaciones de destacados artistas como Barrientos, Bonisegna, Lázaro, Stracciari o Casals. El 19 de julio del mismo año, la Columbia de San Sebastián lanzó «La Bejarana» en discos Regal. Incluso en 1925, aún se hacía mención a la Sociedad Hispano Americana de San Sebastián en la publicidad de los discos Regal (4).

Las grabaciones en este período fueron realizadas por ingenieros de sonido británicos (5) que solían desplazarse con equipos móviles por todo el territorio español. Juan Inurrieta, en colaboración con José Fernández Grados, quien era director artístico de la compañía, seleccionaba las grabaciones que se llevarían a cabo. Juan, que demostró a lo largo de su vida una gran intuición comercial, firmó importantes contratos en exclusiva, como el de Hipólito Lázaro, un tenor de gran éxito en esa época. En 1930, mientras Pablo Sorozabal ensayaba “Katiuska” en Barcelona para su estreno, realizó una audición para Juan Inurrieta y Fernández Grados. A ambos les impresionó tanto la obra que decidieron grabarla en su totalidad. Para el papel de Pedro en la obra, seleccionaron al barítono Marcos Redondo, con quien también tenían un contrato en exclusividad.

Con el tiempo, la fábrica de discos se quedó pequeña, y en enero de 1930, su hermano Antonio, en calidad de «industrial propietario de la fábrica de discos,» solicitó permiso para ocupar el espacio interior de la manzana con el fin de expandir las instalaciones de la fábrica y construir de manera provisional un pabellón. Sin embargo, según el plan de expansión municipal, se debía respetar ese espacio para la edificación, por lo que no se concedió el permiso. Al mes siguiente, en febrero, Antonio Inurrieta, en su rol de presidente del Consejo de Administración de la Columbia Graphophone Company, envió al Ayuntamiento otra solicitud, esta vez para erigir cuatro pisos destinados a la ampliación de la fábrica sobre la planta baja que existía hasta ese momento y que estaba construida hasta el primer piso, en la contigua fábrica de hielo de su propiedad.

Desde sus primeros días, Juan Inurrieta se basó en gran medida en la publicidad como estrategia para la venta de sus productos, y continuó utilizando esta política también para promocionar sus discos Regal. Los catálogos del sello, tanto los generales como los suplementos, se destacaron por sus modernas portadas ilustradas por el dibujante Rafael de Penagos. Este ilustrador también diseñó la portada de la «Revista Columbia», una publicación cuya marca, número 93.206, se registró el 6 de mayo de 1933 para distinguir «una revista, periódicos y toda clase de publicaciones» (6).

En el número 6 de esta revista, correspondiente a los meses de junio y julio de 1933, se anunciaron dos series de discos de la colección publicada por la casa Columbia en colaboración con el Centro de Estudios Históricos. Se trata de la «Archivo de la Palabra«, una colección que, hasta esa fecha, ya había publicado diez discos en cada serie, con voces tan ilustres como las de Alcalá Zamora, Azorín, Juan Ramón Jiménez, Ramón del Valle Inclán, Pío Baroja y Miguel de Unamuno, entre otros. Los trabajos de la primera serie comenzaron a realizarse en 1931 y se publicaron en mayo de 1932. Durante ese año, la colección se amplió con la segunda serie (7).

Asimismo, Inurrieta había contemplado las oportunidades que ofrecía el gramófono aplicado a la enseñanza. En 1930, donó un aparato a la Biblioteca Musical Circulante y puso a disposición un amplio catálogo de discos en préstamo para que los alumnos pudieran utilizarlos en su proceso de aprendizaje musical (8). Algunos años más tarde, al finalizar la guerra civil, amplió su negocio al crear el sello Poliglophone para la publicación de discos destinados a la enseñanza de idiomas a distancia en asociación con CCC, una entidad recién creada por Víctor Zabala y Juan Morera (9).

Por otra parte, el establecimiento en la que los hermanos Inurrieta iniciaron su negocio en San Sebastián, ubicada en la calle Guetaria n.º 5, había pasado a ser propiedad de la compañía. Fue el 4 de noviembre de 1933 cuando el Consejo de Administración de la sucursal de Columbia en San Sebastián autorizó a Prudencio Parra de Aguirre para que procediera con la venta de la tienda a Juan Inurrieta, quien a partir de ese momento se convirtió en su único propietario.

El 23 de diciembre de 1934, bajo la presidencia de Don Gregorio González de Suso, se realizaron modificaciones estatutarias, entre otras cuestiones, para ampliar el alcance de la sociedad. A partir de entonces, el objeto de la empresa se amplió a “la fabricación y venta en España y posesiones de los discos marca Regal y Columbia, así como también las máquinas parlantes, aparatos de radio, grafonolas y sus accesorios y cuantos artículos estime el Consejo de administración, que tendrá a su vez atribuciones para ampliar la venta al extranjero, crear nuevas marcas y modificar las señaladas”. Simultáneamente, el domicilio social se trasladó al “lugar donde se halla emplazada su industria”, en la calle particular de Eustasio Amilibia. Para finales de ese año, la fábrica empleaba ya a un centenar de trabajadores.

(1) Esta calle toma el nombre de Eustasio Amilibia en 1917 y pasa a denominarse Avenida de Zumalacárregui en 1937. Los terrenos que ocupa la fábrica no serán afectados por el plan del ensanche del barrio del Antiguo.
(2) La Acción, 1923/12/11, p. 5
(3) Algunas de las obras que aparecen en el primer catálogo de Columbia Graphophone Company, Sociedad Anónima Española, bajo el sello Regal, también aparecen en el catálogo de la Columbia de New York de ca. 1916 (Arias de ópera interpretadas por Celestina Bonisegna, José Mardones, Florencio Constantino, etc.)
(4) En diciembre de 1924 anuncia su nuevo procedimiento “Discos sin ruido” con esta frase bajo el logo de los dos leones: “La marca preferida. Sociedad Hispano Americana. Apartado 97. San Sebastián”
(5) Dos son los nombres que se han recogido en la prensa: J.B. Holme y Sr. Machín
(6) Parece que la revista tuvo una vida bastante corta. Se sabe que el 26 de abril de 1945 se pide nuevamente la rehabilitación de la marca de dicha revista, aunque se desconoce si se llegó a publicar.
(7) Amplio reportaje en: El Sol (Madrid. 1917). 29/05/1932, p.2
(8) La Época (Madrid. 1849). 3/05/1930, nº 28.188, p. 6
(9) «Aprender enseñando». En Anuncios: semanario de la publicidad, 28/03/2011