LOS COMERCIOS DE VENTA DE “MÁQUINAS PARLANTES”.

LA CASA INURRIETA

En la época en la que se dio inicio a la industria discográfica en San Sebastián, la ciudad ya se había convertido en un destino vacacional para la corte española. Esto atrajo a un turismo de alto nivel que contribuyó al desarrollo de un comercio acorde con los gustos de la alta burguesía. Se abrieron numerosos establecimientos comerciales, en su mayoría de tipo familiar, como los que fueron establecidos por Salustiano Loinaz y los hermanos Inurrieta.

La familia Inurrieta (1) tiene sus raíces en la comarca del Goierri. El padre, Francisco Ignacio Inurrieta, nacido en Zegama, se casó con Valentina Ordozgoiti, natural de Segura, y establecieron su residencia en este municipio. En 1888, se mudaron a San Sebastián junto a tres de sus hijos nacidos en Zegama: Juan, Antonio y Agustina. El hijo mayor, Francisco, se había casado unos meses antes, y el benjamín, Pedro (2), nació ya en San Sebastián.

Ignacio Inurrieta, que había sido miquelete, es recordado como un hombre sencillo sin grandes ambiciones, a diferencia de su esposa Valentina, quien aparentemente fue la impulsora del traslado de la familia en busca de un futuro mejor. Se establecieron en la calle General Echagüe n.º 1, en el recién inaugurado ensanche oriental de la ciudad, cerca del Mercado de la Brecha, donde gestionaron dos puestos donde vendían pollos, verduras y frutas. Además, se convirtieron en proveedores de la Real Casa.

Los hermanos Antonio y Juan Inurrieta diversificaron sus negocios y compaginaron varias actividades. En 1904, Antonio Inurrieta se anunció como comisionista de la Compañía Francesa del Gramophone (3) en Balmes, 56, Barcelona, para la venta de un nuevo aparato con brazo acústico, aunque no se proporcionó una dirección específica del comercio. Fue necesario esperar hasta 1909 para que se publicara en la prensa el anuncio de «Inurrieta Hnos.» en la calle Guetaria número 5, como concesionarios de los pianos de la marca Hillgartner de Berlín.

Mercado de la Bretxa. Orig. Koldo Mitxelena

En estos primeros años, Antonio y Juan se dedicaron a la venta de instrumentos, máquinas parlantes, discos y otros muchos aparatos innovadores de la época. Cuando Juan Inurrieta contrajo matrimonio con Juana Darrosez, se trasladó a vivir a la calle San Marcial n.º 22, y este domicilio comenzó a aparecer en los anuncios de la Casa Inurrieta para la venta de aparatos, aunque los almacenes y la oficina continuaron en la calle Guetaria.

Ambos hermanos pronto comenzaron a registrar marcas para accesorios de máquinas parlantes e instrumentos musicales. En 1912, Antonio Inurrieta solicitó una marca registrada para acordeones con lengüetas de acero, así como otra para diafragmas destinados a máquinas parlantes. En 1913, Juan, que se anunciaba como comerciante de instrumentos de música y gramófonos en Guetaria n.º 5, registró una marca a su nombre que abarcaba “toda clase de instrumentos musicales, ediciones de obras musicales impresas, métodos de música impresa, pianos, pianolas, gramófonos, máquinas parlantes, armoniums y catálogos ilustrados”, y además registró el nombre «Casa Inurrieta» como marca. En ese mismo año, anunció la representación de los aparatos «Mercedes«, que había registrado previamente como marca en octubre. En 1915, en colaboración con Mariano Lahidalga (4), registraron una patente de invención para “el procedimiento de fabricación de una bocina de madera para máquinas parlantes”. Los anuncios en la prensa para la venta de nuevos aparatos se volvieron frecuentes. En 1915, anunciaron los auto-pianos, resaltando los de la marca «El Kastonome.» Dos años más tarde, destacaron las pianolas «Fischer» en sus anuncios, sin dejar de lado los gramófonos «Mercedes,» de los cuales tenían la representación exclusiva en la zona norte.

En 1917, el camino de Juan Inurrieta se cruzó con el de otro comerciante fundamental en el desarrollo de la industria del disco en San Sebastián, Salustiano Loinaz, propietario de la Fábrica de discos Pathé de Pasajes. En abril de ese año, la Casa Inurrieta en la calle Guetaria n.º 5 ya aparecía como agente para la venta de discos Pathé en San Sebastián. Incluso anunciaron bajo el título «Una nueva industria en España» la exposición y venta en su establecimiento de los discos y aparatos Pathé fabricados en Pasajes. Algunos meses antes, se había fundado la Sociedad Hispano-Americana (5), que sería el germen de lo que más tarde daría lugar al nacimiento de la Columbia Graphophone Company en San Sebastián. Aunque la Sociedad Hispano-Americana permitió a Juan seguir en su negocio vendiendo aparatos que no eran comercializados por la sociedad (6).

Juan, obsesionado desde entonces por lo que él llamaba «la música enlatada,» se dedicó por completo al negocio fonográfico, mientras que Antonio continuó con los negocios en el Mercado de la Brecha. Alrededor de 1918, junto con otros socios capitalistas, Antonio estableció una fábrica de hielo en el barrio del Antiguo de San Sebastián (7). Es importante destacar que esta fábrica ocupó el solar contiguo a la fábrica de discos de su hermano Juan.

Durante estos años, hubo un evento destacado que resalta la naturaleza emprendedora de Juan Inurrieta. Como mencionamos anteriormente, las grabaciones de discos se realizaban en el extranjero. En enero de 1912, por iniciativa de este comerciante, quien también financió el viaje, Remigio PeñaNarbonense Fortea Secundino Esnaola, miembros del Orfeón Donostiarra, se trasladaron a Berlín para grabar con la Homophon Record Company una serie de discos con canciones vascas. El repertorio grabado incluyó canciones de Iparraguirre, Maitena, Mirentxu, Mendi Mendiyan, La Tamborrada Rigodones Euskaros. A su regreso, se anunció la venta exclusiva de estos discos en su establecimiento de la calle Guetaría n.º 5.

La grabación de estos cantos fue muy bien acogida. «Luse-Mendi» en un artículo publicado en la revista «Euskal-erria» en enero de 1912 relata lo siguiente:

«En un banquete esportivo, celebrado hace pocos días, pudimos apreciar una consoladora observación. El que en un precioso fonógrafo fueran escuchándose una porción no despreciable de números de música vasca… Créasenos, que el hecho nos produjo verdadera satisfacción… Hora era de que nuestros cantos vinieran a desterrar tanto tango chulapo y tanta zikinkeria con la que nos han atormentado los oídos… Nos enteramos después, de que el aparato pertenecía a la renombrada Casa Iñurrieta (conste que no es reclamo pagado), la que en esto de defender nuestra música y hacer porque nuestra personalidad en esta materia se ponga de manifiesto, trabaja con una decisión y un entusiasmo dignos del más caluroso elogio. ¡Dios les pague!»

Esta no fue la única iniciativa de la Casa Inurrieta en lo que respecta a la impresión de discos. En septiembre de 1916, la cupletista menorquina Pilar Alonso   hizo su debut en el «Salón Miramar» de San Sebastián como parte de su gira por el norte de la península. Su actuación fue tan exitosa que la Casa Inurrieta la contrató para grabar varios discos. Según la prensa de la época, el ingeniero a cargo era de nacionalidad inglesa, y como muestra de agradecimiento, la Casa Inurrieta le obsequió un gramófono con las grabaciones de los 13 cuplés que Pilar Alonso había interpretado. Entre los títulos de estos discos se encontraban éxitos como «La Castañera«, «Ay, Ramón» y «El billete perfumado«. En enero de 1917, Pilar Alonso regresó para cumplir con otro compromiso firmado también con la Casa Inurrieta, grabando discos de artistas como Larruga, Yust, Retana o Castells.

(1) Según los Registros Sacramentales, Ignacio Inurrieta nace en Zegama en 1847 y Valentina Ordozgoiti en Segura en 1845. Tuvieron siete hijos. Existen algunas contradicciones entre este registro y los datos relativos a las fechas de nacimiento del primer padrón municipal que se ha podido consultar. En el padrón de habitantes de Donostia de 1912 estaban domiciliados en la calle General Echagüe nº 1 – 3º ambos padres, Ignacio y Valentina, Antonio, Agustina y Pedro. En este año Juan está domiciliado en la calle San Marcial nº 22 junto con su esposa Juana Darrosez Uría y sus hijos: Aurora (1908), María (1911) y Mercedes (1912). Enrique nace en 1913.
(2) Pedro Inurrieta y Ordozgoiti se trasladó a vivir a Madrid en los años treinta y junto con su hermano Francisco se trasladó a Argentina.
(3) También figuraban entre sus corresponsales en Euskal Herria, Enrique García (Gran vía, 8, 10 y 12 Bilbao) y Juan Montes (Hernani, 21 San Sebastián)
(4) Mariano Lahidalga era también propietario de un comercio similar al de Inurrieta en Vitoria.
(5) Ese mismo mes de agosto de 1918, el día 3, el periódico ABC realiza un reportaje en el que se menciona la visita a la Sociedad Hispano-Americana de la que son propietarios los Sres. Inurrieta y Compañía. Se mencionan los artículos puestos a la venta, al contado y a plazos, como escopetas, relojes y otros artículos modernos.
(6) En 1923 con el n.º 50.333 solicita a su nombre la marca “Radiophone” – “Juan Inurrieta – San Sebastián” para distinguir máquinas receptoras y transmisoras de radiotelefonía y accesorios para las mismas.
(7) El 2 de agosto de 1918 ABC realiza un reportaje sobre el Mercado de la Brecha y sobre “su propietario” Antonio Inurrieta. Se menciona la instalación de cámaras frigoríficas por parte de dicho propietario en la calle general Echague n.º 7. Asimismo, se indica que es proveedor de la Real Casa desde hace más de 10 años. El artículo señala que “con un grupo de capitalistas está a punto de terminar una gran fábrica de hielo y cámaras frigoríficas…”