LAS PRIMERAS IMPRESIONES DE DISCOS
Muchas de las primeras grabaciones comerciales de artistas vascos se llevaron a cabo en el extranjero, y esto fue principalmente realizado por aquellos que ya habían cosechado grandes éxitos a nivel internacional. Por este motivo, la mayoría de las impresiones comerciales que encontramos en los primeros años del siglo XX fueron realizadas por músicos de renombre, como Pablo Sarasate, quien grabó para las grandes compañías, como The Gramophone and Typewriter en París o Victor Talking Machine en Camden (Nueva Jersey). También destacaron solistas como Emilio de Gogorza, un barítono neoyorquino de ascendencia vasca, quien también realizó diversas grabaciones para esta empresa estadounidense.
Pablo Sarasate. Capricho vasco. Cie The Gramophone Co., Ltd. (et Filiales). Grabado por el compositor en París en 1904
Especial mención merece el renombrado tenor Florencio Constantino, quien realizó numerosas grabaciones en los primeros años para diversas compañías, incluyendo la francesa Pathé, la alemana Favorite, la americana Victor Talking Machine, Columbia Graphophone Company o la Columbia Phonograph Company Genl, entre otras. Asimismo, el barítono también bilbaíno Inocencio Navarro (1) grabó un considerable número de registros, que fueron publicados bajo los sellos Zonophone y Homophon en octubre de 1908. Más adelante continuó su labor para la Compañía del Gramófono en Barcelona. El bajo alavés José Mardones realizó grabaciones para la Victor Talking Machine, la Columbia Graphophone Company, Columbia Phonograph Company Genl. o Regal Graphophone Company. La soprano bilbaína, Antonia Arrieta, por su parte, también contribuyó a la escena con sus grabaciones para The Gramophone Co., Ltd.
Aunque la música grabada para estas compañías se limita principalmente a arias de ópera y canciones populares de la época, también se encuentra un reducido espacio para la música tradicional.
Los primeros discos grabados en Euskal Herria corresponden a los registrados en el viaje que el técnico de la Gramophone Company Charles Scheuplein realizó en 1905 en su paso por San Sebastián rumbo a Lisboa. Estos discos incluyen 30 grabaciones de folklore vasco con matrices numeradas desde 8562 hasta 8591.
Las siete primeras (8562 a 8568) fueron interpretadas por Martín Elola (2) de Zumárraga, un conocido txistulari, quien grabó discos con piezas de baile (fandangos, contradanza, arin-arin, iriyarena, aurresku, el Hiru damatxo y un vals de Oñate). Las siguientes once grabaciones (matrices n.º 8569 a 8579) corresponden a la Banda Municipal de San Sebastián e incluyen títulos como San Sebastián, Iriyarena, Gernikako Arbola, Marcha de San Ignacio, Iru Damacho, Adios Euskal Herria, Aritzara, Jota Navarra de Rodoreda, Rigodones de Torre Muzquiz y un Ariñ-ariñ.
La colección se completa (matrices nºs 8580 a 8591) con las grabaciones realizadas por los entonces solistas del Orfeón Donostiarra: el tenor Federico Carasa, a quien corresponden la mayoría, y el barítono Ignacio Erquicia. Entre estas grabaciones se encuentran títulos tan conocidos como Nere senarra, Laurak bat, Kaiku, Iru damacho, entre otros.
Francisco Meana, un bajo asturiano, grabó algunas canciones vascas entre diciembre de 1908 y los primeros meses de 1909 para Gramophone. Estas incluyen Uso zuria, Adio Euskal Herriari y Kalian dabiltz.
El barítono de Errenteria, Ignacio Tabuyo realizó grabaciones en Madrid en noviembre de 1911 para la misma compañía, incluyendo Egun batian Loyolan, Gernikako arbola , Nere amak baleki, Nere Andrea, Laurak-bat de Larregla y el famoso zortziko La del pañuelo rojo.
Entre los intérpretes vascos que grabaron para la Compañía francesa del Gramófono, destaca Lorenzo Martín (3) quien durante sesiones maratonianas entre el 14 y el 16 de febrero de 1914, registró en Madrid veintitrés matrices (n.ºs 18668 a 18690), interpretando en su mayoría canciones en euskera. De estas grabaciones, Eresbil cuenta con tres discos en su colección, que incluyen Juana Vishenta Olave, Boga boga, Haurtxo txikia, Ezkongaietan, Gernikako arbola y Pello Joshepe.
Del mismo modo, intérpretes de fuera del estado también grabaron música vasca. En 1906, la soprano portuguesa, Regina Pacini, registró para el sello Fonotipia el famoso zortzico No te olvido de Villar-Jimenez. En el ámbito del folklore vasco, también se realizaron grabaciones en esos años para la casa Era de Buenos Aires, a cargo de Manuel Dopazo y Segundo Cofreces, un dúo argentino de gaita y dulzaina, que incluyeron algunos bailes vascos en su repertorio.
A comienzos de 1915 Jose Luis de la Rica, también tenor nacido en Bilbao, realizó una serie de grabaciones de cantos vascos en Madrid para la International Talking Machine de Berlin. Hacia 1920 la Banda Municipal de San Sebastián grabó pasodobles y habaneras para la misma compañía.
Sin embargo, no todos los intérpretes se aventuraron en la grabación de discos. Las grabaciones con orquesta resultaban muy incómodas ya que el cantante, durante la grabación, debía ubicarse frente a la bocina junto a la orquesta, lo que lo exponía demasiado cerca de los instrumentos y causaba un gran estrés auditivo. Las sesiones de grabación solían dividirse en jornadas de mañana y tarde. Cuando se registraban canciones populares, se podían realizar muchas más grabaciones que cuando se trataba de música clásica. De las primeras, a veces se hacían hasta veinte discos al día, mientras que de las segundas rara vez se hacían más de tres por sesión.
En la década de los años veinte, Jules Wolff registró en 1925 varias obras de cantos vascos para la Compagnie Française du Gramophone (HMV), incluyendo Gernikako arbola de Iparraguirre, Nere etxea de Etxepare y Lurraren pian, armonizada por Laurent Bossières, además de otras armonizaciones de E. Bonnal. En 1927, y para el mismo sello, el tenor vasco Guillaume Cazenave, oriundo de Hasparren, grabó temas como Uruten ari nuzu (Uso txuria errazu), Txori berriketaria, entre otros.
José Luis de la Rica. Itxarkundia. International Talking Machine. Grab.: 1915
El año 1925 marcó un importante avance en la discografía vasca con la introducción de la grabación eléctrica, y a lo largo de esa década, esta tendencia siguió creciendo. Entre el 12 y el 14 de diciembre de 1928, José Luis de la Rica realizó una serie de grabaciones, esta vez para la Compañía del Gramófono, que incluyeron una docena de piezas: fragmentos de Mendi Mendiyan y El Caserío, además de Itxarkundia, Oñazez, Aritzari y otros zortzikos .
En marzo del año siguiente, la Sociedad Coral de Bilbao, bajo la dirección de Jesús Guridi llevó a cabo las grabaciones de doce canciones populares en euskera en Barcelona, que fueron publicadas en un álbum de seis discos. En ese mismo mes, el Orfeón Donostiarra, dirigido por el maestro Secundino Esnaola, también realizó grabaciones para el mismo sello.
Jesús Guridi junto la Sociedad Coral de Bilbao en el Teatro Real de Madrid el 16 de mayo de 1923
Por otro lado, en lo que respecta a la edición en Euskal Herria, tuvimos que esperar hasta la creación de la fábrica de Pathé Font en Pasajes en 1916 para que comenzara este proceso.
Sin embargo, su catálogo no incluyó prácticamente música vasca. La sucursal de Pathé en Pasajes se centraba exclusivamente en la fabricación, y las matrices utilizadas eran importadas. El repertorio estaba compuesto principalmente por fragmentos de óperas, canciones de moda de la época y también flamenco. Entre los intérpretes de la casa, en su mayoría extranjeros, podemos destacar al bilbaíno Florencio Constantino y al tenor donostiarra Jesús Gaviria (4).
(1) Inocencio Navarro, barítono bilbaíno, solista de la Sociedad Coral Bilbaína. Perteneció también al Orfeó Catalá. En: Dentici, Nino. Diccionario biográfico de Cantantes vascos de ópera y zarzuela. Bilbao: Bizkaiko Foru Aldundia, 2002. p. 228
(2) Martín Elola (m. 1935). Txistulari tolosarra afincado en Zumarraga. Ocupó la plaza de txistulari de Bilbao desde 1913. En: Txistulari 120 (1984), p. 9
(3) Tenor bibaíno solista del Orfeón de la Sociedad Coral. En: Dentici, Nino. Diccionario biográfico de cantantes vascos de ópera y zarzuela. Bilbao, 2002
(4) Su verdadero nombre es Jesús Aguirregaviria (1892-1975)