Patentes

Juan registró varias patentes a su nombre, la mayoría de las cuales estaban relacionadas con pequeños artículos, como álbumes para discos o estuches para agujas de fonógrafo. En 1945, solicitó una patente de introducción para la conservación de agujas usada en los Estados Unidos de América.

Sin embargo, también existen varias patentes que llevan su nombre relacionadas con el proceso de fabricación de discos. El 6 de septiembre de 1950, registró la patente de utilidad n.º 194497, que se centraba en mejorar la fabricación de discos fonográficos. Esta mejora implicaba el uso de finas láminas de fibra prensadas a una temperatura específica, lo que resultaba en una reproducción más precisa de las frecuencias grabadas en el disco. La calidad de los materiales utilizados en las capas superficiales, como vinilo, fenólico y otras resinas sintéticas, reducía el ruido causado por el deslizamiento de la aguja. Estos discos se grababan con agujas de zafiro con un ángulo de 82-84º y un radio de 0,05-0,06 milímetros. El número de surcos por centímetro podía variar de 80 a 120, y se lograba una duración de hasta 30 minutos por cara para los LP y de 5 minutos para los singles. Otra ventaja era que los discos de 33 1/3 y 45 rpm tenían una mejor fidelidad de reproducción que los discos de 78 rpm cuando la aguja se deslizaba hacia el centro del disco. A 10.000 periodos por segundo y a 15 cm del centro, los discos de 78 rpm perdían 15 decibelios en comparación con estos dos, lo que representaba una mayor pérdida de altas frecuencias.

En 1952, registró la patente con el número 204.332 para la fabricación de discos fonográficos a base de mezclas con resinas polivinílicas. Lo que se patentó fue el procedimiento, que introducía cambios en los ciclos de calentamiento y enfriamiento de los moldes, con el objetivo de lograr que la reproducción de estos discos fuera más silenciosa, con una resonancia adecuada y una mayor gama de frecuencias en comparación con los discos microsurco existentes hasta ese momento.