LOS MATERIALES DIGITALIZADOS

Durante más de 50 años, desde su creación, la realización de cine a nivel doméstico fue un privilegio de las clases sociales altas que, en muchas ocasiones, se valían de profesionales para que llevaran a efecto sus encargos; estos tenían en las filmaciones un medio de vida. Aunque se estima que el vídeo se inventó en el año 1928, no sería hasta la década de 1960 cuando comienza a expandirse su uso, gracias a un tamaño más transportable, precio más asequible y facilidad de manejo.

Este cambio produjo una apertura y expansión del soporte, lo cual redundó en beneficio del público. Algunas personas y asociaciones se animaron ante esta nueva situación, siendo la década de 1980 cuando comienza el impulso de grabaciones.

Respecto de las digitalizaciones llevadas a cabo en este trabajo, salvo algunas películas conservadas en Super 8 (mm.), en su mayoría mudas y las copias de originales (en otros sistemas) o de otras copias, la digitalización se ha llevado a cabo a partir de soportes, preferentemente domésticos y, en mucha menor medida, profesionales:

  • Cintas analógicas de VHS, Betamax y Betacam SP (BETA).
  • Cintas con sistema de grabación digital, como Betacam Digital 8, Digital 8, mini DV y DVCPRO
  • Soportes digitales en DVD y Mini DVD.

La variada gama de sistemas de grabación, así como la originalidad o no del producto y su correspondiente almacenamiento, nos ofrecen un gran abanico de calidades, si es que hablamos de resolución, encuadre, luz y color, etc. No obstante, problemas de sincronización, fallos en el arrastre o humedad, han provocado la no digitalización de una pequeña parte del material recibido.

En cuanto a los datos ofrecidos por los soportes, bien sabemos que, aunque la imagen nos dé una información insustituible, si no la acompañamos del aspecto complementario, como son la fecha, el lugar, las denominaciones de los elementos o de las agrupaciones que lo representan, nos falta un referente que, con el tiempo se convierte en insalvable obstáculo por obtener. A este respecto, el esfuerzo llevado a cabo por Dantzan ha sido encomiable, dotando hasta donde ha sido posible, de la información necesaria a lo audiovisual. Así y todo, no quita para observar la carencia relevante de fechas completas y, en menor medida, de los protagonistas actuantes.