Andra Mari Abesbatza, dirigida por Laida Otaduy, vuelve un año más a su casa. Este 26 de mayo, en Lekuona Fabrika, actuará delante de su público en una cita del Día Coral de Musikaste.
– ¿Qué implica para su coro participar en esta nueva edición de Musikaste?
– Para Andra Mari Abesbatza participar otro año más en la admirada semana de Musikaste supone un gran honor. Como decía un maestro del que aprendí mucho: “Lo difícil en este mundo no es llegar, sino mantenerse”. Esta participación para nosotros significa que el coro sigue al pie del cañón en lo que se refiere a dar a conocer, apoyar y, cómo no, disfrutar cantando la música coral vasca. Asimismo, en temporada, nuestro coro habitualmente trabaja mucha música sinfónico-coral y, durante estos meses de preparación, el tener este concierto como objetivo ha implicado volver a conectar con nuestras raíces y trabajar los detalles y entresijos de música con melodías aparentemente simples, pero especialmente bellas.

– ¿Qué destacaría del programa que van a presentar?
– Del repertorio que interpretaremos destacaría la variedad. Está elegido en busca de una pequeña representación de los temas euskaldunes más característicos presentes durante toda la historia de la música popular: la mar, la partida de los marineros y la esperanza por el amor, la familia, la naturaleza, nuestra patria, o el canto de los pájaros como expresión. Me gustaría también señalar que se trata de obras muy recientes, cuyos compositores, a excepción de Lesbordes, siguen a día de hoy activos y en pleno proceso de creación. Como último aspecto en referencia al programa, debo compartir que, personalmente, me hace especial ilusión poder estrenar mi propia obra, ‘Urretxindor banintz’, compuesta expresamente para la ocasión, como modesta aportación a la música coral vasca.

– ¿Cómo animaría a la gente a asistir a esta actuación conjunta?
– En este caso, la gente no debe tener dudas a la hora de plantearse asistir a este concierto. Tendrán la oportunidad de disfrutar de cuatro pequeñas píldoras de coros de diferentes procedencias del País Vasco y, con ello, un gran abanico de música con la que, no cabe de duda, conectarán. Está en nuestras raíces. Y esa experiencia es pleno gozo para cualquier persona, tanto si les gusta cantar en coros, como si nunca han cantado, pero sí escuchado, como también para aquellos que no están habituados a acudir a conciertos corales. Pienso honestamente que es una suerte que la Fundación Eresbil siga invirtiendo tiempo y dinero en organizar un concierto tan potente y que el pueblo es muy afortunado de tenerlo tan al alcance. Merecerá la pena asistir.

– ¿Qué claves y sensaciones quieren transmitir al público con las obras presentadas?
– Nuestro objetivo principal es que el público disfrute con nosotros tanto como lo hacemos nosotros al interpretar esta música. Las melodías presentadas son fácilmente tarareables para cualquiera; y queremos transmitir esa idea de cantar por placer que llevamos inherente a nuestra cultura. ¿Quién no ha terminado las comidas o cenas entre amigos cantando melodías populares? ¿Y qué me decís de las sidrerías? Eso sí, en este caso, prometemos que irá acompañado de calidad musical.