EVOLUCIÓN


La fuente más importante de noticias, la constituyen los Libros de Economía del convento; desgraciadamente, muy pocos de estos libros han llegado hasta nosotros: los correspondientes a los períodos 1633-1650 y 1814-1840; los datos que nos ofrecen se refieren principalmente a los instrumentos, incluido el órgano, y a salidas, actuaciones, etc.

Por el momento nos centraremos en los datos de instrumentos, voces, etc., intentando aproximarnos a la constitución, tanto vocal como instrumental, de la Capilla de Música de Aránzazu.

Sobre este tema ha habido varios errores que no han sido aclarados aún. Nosotros intentaremos al menos poner en duda estos asertos. Por una parte, ya el P. Arrue afirmaba en su conferencia de 1918[1] que formaban parte de la capilla no sólo los religiosos clérigos, sino también los hermanos legos; sin embargo, el P. Echevarría apunta a que estaba «compuesta de Solos Religiosos»[2] y, por otra parte, los Estatutos de 1719 dictan:

«y no se admitan para Legos sino los necessarios, y precissos para el servicio de cozina, Refectorio, Enfermeria y Huerta»[3].

La otra aseveración, en conexión con ésta, afecta al número de personas de que constaba la Capilla. El mismo Arrue se explica, basándose en lo anterior, “que aquella masa coral llegara con elementos propios del Santuario a ochenta coristas, como dice la tradición”[4]; no sé si es excesivo afirmar que creemos haber encontrado esta «tradición» en el libro de Luzuriaga, editado en 1686; dice así:

«El Coro desta Santa Iglesia es de la mesma perfeccion que su Templo, y bastante para ochenta Religiosos, que en continua sequela alaban de dia y de noche a Dios en su Reyna, y Señora, en especial con la musica del Organo … »[5].

Quizás el error esté en confundir el Coro de Religiosos con el coro polifónico, por llamarlo de alguna manera. El Coro de Religiosos tenía la obligación diaria de rezar el Oficio Divino; muchas veces lo cantaba, pero en canto llano; ciertamente este coro era numeroso, ya que nadie podía faltar a él. Es muy distinto el coro polifónico, o Capilla de Música, que desde luego en todo el barroco era menos numeroso que la cifra antes apuntada.

Para saber de cuántos elementos constaba, así como la evolución de la Capilla de Música, tendremos que utilizar, además de la documentación proporcionada por los libros de economía, documentación paralela, como por ejemplo las partituras del archivo.

Como los datos de que disponemos no cubren, ni mucho menos, todo el período comprendido entre 1621 y 1834, y por otra parte sólo pretendemos dar una visión general para mejor comprender las partituras del catálogo, nos ha parecido lo más práctico disponer todas las noticias por orden cronológico, indicando primero la fecha.

1637

Disponen al menos de 1 clavecín, 1 «manecordio» y 1 bajón.

1640

En una salida a Vitoria, van primero «los dos tiples» y luego «los otros doce cantores con los instrumentos… »[6]. Parece lógico pensar que fuera ésta la Capilla completa, es decir, catorce personas entre cantores e instrumentistas.

1644

«Habia fuera del organista un Religioso Baxon, otro corneta y 10 niños cantores»[7]. No deja de extrañar el número de niños cantores, ya que en ninguna otra noticia aparece un número tan elevado.

1669

«Quedaban en la Oficina un violan, un baxon con su tudel y caxa, otro baxoncillo sin tudel, tres chirimías, una Harpa, una Guitarra un Clavicordio y un libro de Trios con otros papeles de Música»[8]. Uno de los bajones y las tres chirimías se compraron en 1640[9].

1730

En una de las partituras del archivo de música del Santuario, aparece el siguiente texto:

«Aprendia Juan Martinez de Alegria Bispera de Porzíngula siendo diszipulo del Padre Mro. Fray Fran del Belderray. Como deseo eran compañeros

Franciso de Ybarzabal

Joseph Aldavalde

Juan Martinez de Alegria

Antonio de Garmendia

Ygnacio de Zumaran

Todos eran compañeros insignes y amigos. Lo escribió Franco de Ybarzabal año de 1730»[10].

Este Francisco de Ibarzábal tenía 14 años cuando escribió ese texto; nueve años más tarde, en 1739, era ya Maestro de Capilla de Aránzazu. La fiesta de Porcíuncola, se celebra el día 2 de agosto.

 1740

Con ocasión del Capítulo General de la Orden Franciscana celebrado en Valladolid, acude a ella una selección de las capillas musicales de Aránzazu y de Bilbao, todos bajo la dirección de Francisco de Ibarzábal, Maestro de Capilla de Aránzazu. Se conserva la carta autógrafa enviada por éste en 1739 al P. Provincial, con los nombres de todos los músicos. Si bien por el momento no podemos saber cuáles de ellos pertenecían a la Capilla de Aránzazu, en cambio sí podemos hacernos una idea de la constitución de una Capilla de Música en la época. En dicha carta[11] se especifican 4 tenores, 2 contraltos, 2 violines, 2 oboes, 2 bajones, 1 «para tañer y cantar», el Vicario de Coro de Bilbao, 4 tiples y Francisco de Ibarzábal, maestro de Capilla. 19 miembros en total, 7 de ellos instrumentistas.

En la crónica del Capítulo, no obstante, aumenta el número, ya que

«Componíase […] entre Vozes é Instrumentos, de diez y nueve Religiosos, agraciándola no con menos singular gusto de todos ocho Niños de Coro»[12].

1752

En una obra anónima con esta fecha, para cuatro voces y acompañamiento, se lee dentro de uno de los bifolios:

«Se Canto el Dia de Sn. Ildefonso y lo cantaron los siguientes: Tiple 1º Lazaro de Aulestia. Tiple 2º Joseph de Burgoa. Tenor Fray Agustin de Echeverria. Contra Alto Fray Manuel de Sn. Joseph… »[13].

Es de destacar que cantaron solamente una persona por voz; y no por falta de cantores, ya que a continuación se nombran seis tiples, incluidos los dos que se nombran arriba. Puede ser un ejemplo de la práctica vocal de la época.

1761

Se conserva en el archivo con esta fecha un Miserere a 12 voces, de Fr. Agustín de Echeverría, uno de los Maestros de Capilla de Aránzazu[14]. Además de las 12 voces, la obra tiene 10 instrumentos, sin contar los bajones; no creo que sea gratuito suponer que la Capilla de Música pudiera tener, en esta época, un número aproximado de veinte músicos.

1825

En el Guardianato de Fr. Juan Orueta, a partir de 1824 «se puso la Capilla de Música en un pie respetable pues constaba ya de 18 a 20 Músicos y entre ellos 12 con sus respectivos instrumentos»[15].

No hemos de olvidar que eran unos momentos realmente difíciles para la comunidad, pues en 1811 fueron desterrados todos los religiosos y en 1822 registran el convento, intentando provocar un incendio.

1827

Se conserva en el Archivo del Santuario una «Lista de Ynsturnen tos de Musica y Metodos existentes en el Santuario de N. Señora de ‘Aránzazu Año de 1827»; especifica el estado de conservación y la calidad de los instrumentos[16].

1830

La Capilla de Música de Aránzazu acude una vez más a un Capítulo General de la Orden, esta vez celebrado en Alcalá de Henares, acompañado también de la Capilla Musical de San Francisco de Bilbao. Es de suponer que fuera una selección de las dos capillas, ya que eran «diez y ocho entre voces e instrumentos, entrando en este número cuatro donaditos que cantaban los tiples, y los maestros de capilla… »[17].

Acabaremos esta aproximación histórica con un dato que nos aporta el P. Lizarralde. Es una pena que no podamos saber ni la fecha ni la época aproximada, ya que no se cita la fuente de información; podría pensarse en principio que se tratara de una fórmula literaria; sin embargo hay ciertas especificaciones, como la de la guitarra, que desechan esta idea. Dice así: «Integraba como acompañante [de la capilla de ‘música] el órgano que ya describimos y una pequeña orquesta cuyos elementos se enumeran en esta forma: un violón, varios violines, un harpa, una guitarra de 50 pesos y otra ordinaria, clavicímbalo, un monocordio, un clavicordio, bajon, bajoncillo, corneta, flauta, chirimías, clarines, trompas, es decir, «universi generis musicorum”»[18].


[1] Arrue, Fr. José de, “La Música de Iglesia en la Historia del País Vasco”, en Primer Congreso de Estudios Vascos, recopilación de los trabajos (Bilbao, Bilbaína de Artes Gráficas, 1919-1920) págs. 845-853.

[2] Echevarría, Ventura de. Breve noticia…, op. cit. fol. 10. Véase Apéndice núm. 1.

[3] Estatutos Municipales de la Santa Provincia de Cantabria, de la Regular Observancia de Nuestro Seráfico Padre San Francisco (San Sebastián, por Pedro de Ugarte, impresor, 1719) Cap. 1, núm. 6 y 8.

[4] Arrue, Fr. José de, “La antigua Capilla de Música de Aránzazu”, en Revista Aránzazu, Vol. 1, Mayo 1921, pág. 21.

[5] Luzuriaga, J., Paraninfo celeste…, op.cit. Libro I, núm. 149.

[6] Véase Apéndice núm. 6. Libros de economía 1640 diciembre.

[7] Echevarría, Ventura de, Breve noticia…,  op. cit. fol. 10. Véase Apéndice núm. 1.

[8] lbídem fol. 10. Véase Apéndice núm. 1.

[9] Véase Apéndice núm. 6. Libros de economía 1640 Febrero

[10] Véase Catálogo Ms. 795. Obs.

[11] Véase Apéndice núm. 2

[12] Maestro, Buenaventura O.F.M., Sermones y Descripción Histórica del Capítulo General, que la Religión Seráfica celebró en Valladolid en 4 de Junio de 1740 (Valladolid, A. y G. Figueroa. 1741), pág. 24.

[13] Véase Catálogo Ms. 795, Obs.

[14] Véase Catálogo Ms. 61.

[15] Estarillo, Fr. Antonio de, Razon de los Guardianes que havido en este Santo Convento de la Madre de Dios de Aránzazu desde 1º de Julio del año de 1619. (Manuscrito conservado en el Archivo de Aránzazu, Sección II. Libro I. Ms. 3).

[16] Véase Apéndice núm. 5.

[17] Historia del Capítulo General que el Orden de N. P. S. Francisco celebró en el convento de Santa Maria de Jesús, vulgo San Diego, de la ciudad de Alcalá de Henares el día 29 de mayo de 1830. (Madrid. Imprenta de Don Miguel de Burgos, 1832).

[18] Lizarralde. P. Adrián de. Historia de la Virgen…, op. cit. pág. 231.