Alain Griffin tendrá su homenaje este viernes en Musikaste. El guitarrista y violinista Arkaitz Miner, junto al grupo de Alboka de Herri Arte Eskola, ofrecerá un amplio programa de su repertorio en Niessen Kulturgunea. El músico errenteriarra explica que «esta actuación será un paso más en mi relación con la alboka».
– ¿Qué destacaría del trabajo de Alan Griffin?
– Desde que Alan Griffin vino a Euskal Herria desde Irlanda, en 1984, comenzó a relacionarse con cantantes y músicos de Euskal Herria. Participó en diferentes proyectos de música folk con cantantes locales y músicos significativos. Alan traía consigo toda esa cosmogonía irlandesa de la que queríamos beber muchos creadores locales y él recibió con los brazos abiertos a los que habían venido con interés. Ha aportado y ayudado mucho. Ha hecho de puente entre vascos e irlandeses durante muchos años.
Asimismo, se euskaldunizó. Se sumergió en la música tradicional vasca y profundizó enormemente en el mundo del viejo cancionero en euskera. En ese camino, en los tiempos en que la alboka estaba a punto de desaparecer, ha sido fundador y miembro del grupo Alboka, publicando hasta cinco discos.
Ha sido un ferviente investigador e intérprete de baladas reunidas desde el viejo cancionero, creó un grupo llamado Aitzina y publicó dos discos; por un lado, reinterpretando viejas baladas del cancionero y por otro combinando nuevas piezas creadas por él mismo para la alboka. En este camino es significativo el libro publicado por Alan tras investigar la evolución de estas baladas: ‘La puerta abierta. Baladas vascas e internacionales’.
– ¿Cómo ha sido trabajar con el grupo de albokaris y con los músicos de Herri Arte Eskola?
– Nos hemos entendido fácilmente. Ya habíamos colaborado anteriormente y he estado cerca de las melodías de la alboka en esta última década. Tuve un primer contacto con la alboka con Alan Griffin. Empecé esa relación desde su particular repertorio y más tarde me acerqué más al repertorio tradicional de la alboka, sobre todo con el violín. Esta actuación será un paso más en mi relación con la alboka.
– ¿Qué destacaría del festival Musikaste?
– En estos últimos años el festival Musikaste se está extendiendo a otras propuestas musicales sin dejar la línea que ya existía. Y eso es lo que hace interesante el festival, diferentes propuestas de mucha profundidad, desde diferentes aristas de la música. En Errenteria no sabemos la suerte que tenemos de tener tan cerca este festival.
– ¿Cómo animaría a la gente a acudir a los conciertos?
– Habrá que trabajar mucho para atraer gente a conciertos musicales de mucha profundidad, teniendo en cuenta que tenemos una vida de alta velocidad, en estos tiempos de espectáculo y fútbol masculino: crear costumbres, transmitir y promocionar bien lo que se va a hacer, ponerlo en valor, etc. Eso no se consigue de un día para otro.