LA ETERNA CANCIÓN (1944)
Obra de la que, según nos cuenta en sus memorias, está contento y orgulloso, aunque, sin embargo, disfrutó de un éxito más artístico que comercial.
La acción se sitúa en un ambiente musical madrileño y contemporáneo. Sorozábal aprovecha ese contexto para introducir algunos «guiños» que la mayor parte del público es incapaz de advertir:
«… La romanza del bajo está hecha con el motivo de las campanas de la Consagración del Grial de Parsifal_ ¿Quién, cuántos pudieron darse cuenta de ello?_ Ninguno. El «amanecer madrileño», una página de tipo sinfónico, comienza con el desarrollo de una frase del dúo de La Verbena de La Paloma… tampoco se enteraron. Cuando empieza a amanecer, el pajarito que canta sus trinos, lo hace con un tema de Barbieri, de Pan y Toros…»
Aún con todo, la crítica del estreno es sumamente elogiosa, tanto hacia el autor del libreto como hacia el compositor. La Hoja Oficial de la provincia de Barcelona del 29 de enero de 1945 titula la reseña «Triunfal estreno de La Eterna Canción, de Fernández de Sevilla y del maestro Sorozábal».
«… es admirable la partitura escrita por el ilustre maestro… puede afirmarse que se ha superado a sí mismo. Todos los fragmentos acusan la alta valía del compositor vasco, cuya inspiración y sentido musical brillan en ellos de modo inimitable…»
En agosto de ese mismo año, estrena el sainete en San Sebastián y el 14 de septiembre en Madrid, en el Teatro Reina Victoria. La revista Ritmo en su número 190, en el que, aprovechando el éxito de la obra, reivindica la elaboración de una ley para regular el teatro lírico español, le dedica estas palabras:
«… bien merece que eternamente brille en los escenarios. La Eterna Canción, por la originalidad de sus temas y la brillantez de la orquestación… Sorozábal, en esta obra, se ha revelado como compositor de extraordinaria asimilación popular. En suma buen libreto y mejor partitura.»
Para Sorozábal este sainete «todavía no se ha descubierto». Reconoce que, quizá, peca de un exceso de música, pero afirma textualmente que «la partitura es fácil y melodiosa». Sin embargo, lamenta que todavía no haya un público con suficiente formación musical que pueda apreciarlo.
La responsabilidad al frente de su compañía lírica ha de compatibilizarla con la dirección de la Orquesta Filarmónica de Madrid, de la que se hace cargo ese mismo año.
Más tarde, surge la oportunidad de dar a conocer sus obras en Latinoamérica. Viaja con su compañía a Argentina e Uruguay y debuta con La Tabernera del Puerto. Al regreso, en 1947, vuelve a hacerse cargo de la orquesta.
FICHA TÉCNICA
Sainete lírico en dos actos.
Libreto de Luis Fernández Sevilla.
Dedicatoria: «A mi Pablín con motivo de su décimo cumpleaños. Madrid, 16-12-1944»
Personajes: Laura (soprano), Tina (Tiple cómica), Doña Pilar (actriz), Purita (actriz), Lola (actriz), Nati (actriz), Jacinto (Tenor), Manolo (Barítono), Don Aníbal (Bajo), Montilla (Tenor cómico), Comisario Don Ramiro (actor), Don Tomás (actor con parte cantada), Marcelo (actor), Don Martín (actor), coro
Orquestación: I+I.I.I+sax.I – 2.I.2.0 – arp – perc
ARGUMENTO (Hispavox HH 10-272/73, 1965)
La acción transcurre en Madrid, en los años de la posguerra.
Acto I
En la terraza de un ático, en un atardecer de verano madrileño. Don Aníbal, su hija Tina y su sobrina Laura ensayan una composición original de aquél. Don Aníbal toca el piano, Tina el violín y Laura es la animadora y cantante de este terceto.
1. – Introducción y canción de Laura.
Don Aníbal se queja de que Tina está muy distraída y también de que su sobrina, Laura, no es capaz de dar alegría a los números que canta. Cuando las dos muchachas se quedan solas, nos enteramos de que Laura está muy triste porque no puede olvidar a su antiguo novio Jacinto. Hace unos días lo vio asomado a una terraza vecina.
2. – Romanza de Laura.
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3. – Dúo de Laura y Jacinto.
Desde una buhardilla cercana asoma Marcelo, un limpiabotas, que se dirige a Laura y le indica que conoce bastante a Jacinto y que es un mal hombre, pero Laura no le hace caso. Laura rompe al fin a llorar y entra en su casa, quedando sola en escena Tina, que acaba de aparecer. Tina opina que todos los hombres merecían un palo en las espinillas, a lo que Montilla, que aparece rápido por el pretil de la terraza de enfrente, replica con energía, indicando que los hombres de su pueblo son distintos. Con permiso de Tina consigue pasar a la terraza de ella y le dice a Tina lo contento que está de encontrarse allí.
4. – Pasodoble «Te quiero por tu frescura»
Tina y Montilla están haciendo ya sus proyectos de casamiento cuando asoma por el pretil de otra terraza Manolo y ambos jóvenes le invitan a saltar también para que participe de su alegría. Aparece después Laura, y Manolo, con mucha timidez, le dice a Laura que la quiere, a lo que ésta responde que ha llegado demasiado tarde.
5. – Cuarteto
Suena el timbre y aparece Don Tomás, que viene con dos juguetes, dos monitos de trapo que prenden de unas gomas. Se encara al entrar con Tina, sin reparar en Manolo ni en Montilla, que se han retirado al fondo. Trae su regalo para Tina, que ha comprado en la Puerta del Sol. Manolo y Montilla se presentan a Don Tomás y le dicen estar esperando a Don Aníbal, ya que tienen que ensayar, y en esto aparece Don Aníbal. Don Aníbal se sorprende de encontrar tanta gente en su terraza y Tina presenta a Don Tomás como el casero, diciendo que se trata de un apasionado de la música; en cuanto a Montilla y Manolo, Tina los presenta como hijos de Don Tomás, quien ante una insinuación de Tina, acepta de momento ese nombramiento de padre.
6 y 7. – Romanza de Don Aníbal y concertante final del acto primero
Acto segundo
Cuadro I
Nos hemos trasladado ahora al interior de un modesto y céntrico café de Madrid. Al levantarse el telón, Laura, Tina y Purita, cantan ante el micrófono. Don Aníbal toca el piano. Todos visten traje de noche. En el transcurso del cuadro pagan y se marchan algunos consumidores y entran otros.
8 y 8 bis. – Introducción del acto segundo y danzón.
Una vez terminada la canción, aparece Don Tomás, quien charla con Don Martín y le confiesa que está enamorado de Tina y, ademas, piensa que ella también está colada por él.
9. – Romanza de Don Tomás.
Después de Don Tomás, aparece en el café Manolo y Montilla. Por cierto que este último ha perdido las gafas y se encuentra perdido sin ver apenas. Los dos se sientan un poco alejados, debido a la timidez de Manolo. Vienen después Tina y Laura con Don Aníbal. Manolo y Montilla observan a las dos muchachas, objeto de sus amores, y hablan entre ellos.
10. – Romanza de Manolo «Brillan sus ojos»
Don Tomás se acerca al grupo de Don Aníbal y Laura, ocasión que aprovecha Montilla para acercarse con Manolo al mismo grupo y asegurarle a Don Aníbal que su máximo interés es escuchar el estreno de su nuevo número. Entran después en el café Jacinto con dos amigos y ve pronto a Laura. Mientras tanto, Don Aníbal considera que ha llegado la hora de iniciar el estreno de «La eterna canción». Jacinto, al pasar Don Aníbal por delante de él, con dirección al estradillo, se levanta y le saluda.
11. – Final del cuadro I del acto segundo.
Cuadro II
Interior de una comisaría situada en la planta baja. El comisario, Don Ramiro, andaluz de pura cepa, está de guardia con su ayudante Martínez. Don Ramiro sospecha que va a tener una noche de guardia estupenda y tranquila y, tanto inspector como ayudante deciden fumarse un cigarrillo seguros de que son hombres de suerte a los que no les suelen caer asuntos de los que marean. Ya en Sevilla le llamaban «el inspector de la pa», porque donde el estaba no pasaba nunca nada serio. Cuando va a encender su cigarrillo el bueno de Martínez, se oye un gran escándalo en el exterior. En efecto, el escándalo es mayúsculo y conducidos por dos policías aparecen en escena en tropel Laura, Tina, Don Tomás, Manolo, Jacinto, Montilla, Don Aníbal, Marcelo, el limpiabotas, Don Martín, el propietario del café y dos amigos más. Los policías tratan inútilmente de hacer callar a los detenidos. Don Ramiro se sienta ante su mesa y Martínez ocupa su sitio ante la máquina de escribir. El griterío es tan grande que no se entiende nada de lo que dicen hasta que Don Ramiro da un golpe sobre la mesa.
12. – Numero de la comisaría
12 A. – La romanza de Manolo «Cosas del cariño son»
12 B. – Final del cuadro II
Cuadro III
El mismo lugar de acción del acto primero. Está amaneciendo. Al levantarse el telón durante el número amas de casa y criadas sacar a las terrazas ropa de cama a ventilar, recogen ropa que habían tendido, sacuden alfombras, etc.
13. – Amanecer madrileño.
Tina sale a la terraza y se queja de que se cante a gritos a las siete de la mañana. Las criadas le increpan diciendo que para eso se han acostado a las cuatro de la madrigada por culpa de haber ido a la comisaría. Poco después aparece Montilla, que felicita a Marcelo, el limpiabotas, que ha aparecido en lo alto de su buhardilla, por su declaración de la noche anterior. En ella desveló que Jacinto mantuvo relaciones con la hija de un amigo suyo y que la abandonó con dos hijos.
Tina dice que Laura está llorando sin parar, mientras que Montilla asegura que Manolo se ha pasado la noche pensando cómo se mataría que doliera menos. Como Tina asegura que también Laura está muy desesperada, Montilla obtiene la conclusión de que ese punto está a punto de arreglarse. Él piensa que dos desesperados o se matan o se arreglan. Sale después Manolo y, efectivamente, comprobamos que se haya totalmente desesperado y pensando que lo mejor es desaparecer. Se aparta Manolo y aparece en la otra terraza Laura, con aspecto desalentado. Desaparece Tina en busca de su padre y queda Laura sola. Montilla entonces hace que Manolo salga a la otra terraza. Un movimiento de Laura hacia el pretil de la terraza hace pensar a Manolo en un suicidio, lo que le mueve a saltar con rapidez y sujetar a Laura entre sus brazos. Al ver a Laura y Manolo juntos, Montilla irrumpe en gritos de alegría llamando a Tina.
ESTRUCTURA
ACTO I
- Núm.1: Laura y Don Aníbal «Jura un amante»
- Núm. 2: Romanza de soprano, Laura “Al regar yo las flores – No quiero verte…”
- Núm. 3: Laura y Jacinto «Do, do, do, si, la si»
- Núm. 4: Pasodoble. Tina y Montilla “Este servidor – Te quiero por tu frescura”
- Núm. 5: Cuarteto. Laura, Manolo, Tina y Montilla «De su pena y de la mía»
- Núm. 6: Romanza de bajo, Don Aníbal «Esa es la que va a situarme»
- Núm. 7: Todos los personajes del acto 1º «Jura un amante»
ACTO II
- Núm. 8: Instrumental
- Núm. 8A: danzón. Tin ay coro de mujeres “Por fin llegó – No hace falta que lo digas”
- Núm. 9: Don Tomás «La chiquilla está celosa»
- Núm. 10: Romanza de barítono. Manolo “Brillan sus ojos”
- Núm. 11: Todos los personajes del sainete «Jura un amante»
- Núm. 12: Personajes del número anterior y Comisario y Martínez «Madrid, a tanto de tanto»
- Núm. 12A: Romanza de barítono. Manolo “Cosas del cariño son»
- Núm. 13: Amanecer madrileño. Orquesta y coro de mujeres
- Núm. 14: Final (todos los personajes) «Con el tiempo se puede olvidar – Es la eterna canción»
ESTRENO