LA TABERNERA DEL PUERTO (1936)
Federico Romero y Guillermo Fernández Shaw preparan un libreto de ambiente marinero que ofrecen a Jesús Guridi, pero el compositor estaba comprometido en otro proyecto. Así pues, piensan en Pablo Sorozábal, quien acepta, aunque, como siempre, realiza algunas modificaciones. Una escena del segundo acto queda suprimida. Asimismo, el papel de uno de los actores se convierte en cantante e introduce la romanza «Despierta negro» sustituyendo una escena de claqué de las vicetiples.
Con todos estos arreglos se estrena en Barcelona con gran éxito. Especialmente brillante en su papel está Faustino Arregui, cuya romanza provoca en el público gran expectación.
Marcos Redondo, la estrella de la compañía, está descontento con su papel, porque, al contrario que a algunos de su compañeros y a pesar de su intensa y dramática romanza del acto tercero, el público no pide un bis. Sorozábal, que es consciente de la situación, promete componerle una romanza a su medida en el segundo acto, la romanza de Juan de Eguía «La mujer de los quince a los veinte», pero llega la guerra civil y la representación de La Tabernera del Puerto se interrumpe.
Tras la guerra, el 23 de marzo de 1940, se estrena en Madrid, en el Teatro de la Zarzuela. Esta vez, Sorozabal no dirige la representación, pues la Falange Española de las JONS se lo prohíbe expresamente. Esa noche, un grupo organizado intenta reventar la representación, un acto no solo fruto de la situación política de aquel momento, sino también de rivalidades profesionales. El principal responsable del suceso es Moreno Torroba, aunque deben añadirse otros nombres, entre ellos el de Jesús María de Arozamena.
En sus memorias relata la entrevista con Jaime de Foxá, jefe de la Falange de Madrid, tras el incidente:
«… Se habló de mi nombramiento como director de la Banda Municipal … que no hubo mediación política y que me nombraron por méritos musicales…. Luego quiso que le aclarase por qué yo, cuando empezó la guerra, en lugar de haberme marchado al extranjero como otros autores, me quedé en Madrid… se lo expliqué. Le dije que el marcharme en aquel momento me parecía una cobardía, una deserción, que precisamente en noviembre de 1936, cuando huyó el Gobierno, la Diputación, el Ayuntamiento y todas las demás instituciones oficiales y abandonaron al pueblo madrileño que, hambriento y desarmado, tuvo que enfrentarse contra el fascismo, yo me creí obligado a estar junto al pueblo… Durante un año en Madrid, al frente de la Banda Municipal, hice todo lo posible para ayudar y levantar los ánimos de los combatientes, y, después, por toda España republicana di conciertos para aportar alimentos para el pueblo de Madrid. Y lo hice así porque lo consideraba un deber… una banda de cien profesores estupendos, bajo mi dirección, mientras los obreros luchaban a las puertas de Madrid, además de tocar himnos revolucionarios proseguían cultivando el arte musical y tocaban obras desde Bach a Strawinsky…»
FICHA TÉCNICA
Romance marinero en tres actos.
Libreto de Federico Romero y Guillermo Fernández Shaw.
Personajes: Marola (soprano), Juan de Eguía (barítono), Simpson (bajo), Leandro (tenor), Abel (tiple cómica), Antigua (característica), Menga (actriz), Tina (actriz), Chinchorro (tenor cómico), Ripalda (actor con parte de cantado), Verdier (actor con parte de cantado), Fulgen (actor), Senén (actor), Valeriano (actor), coro
Orquestación: I+I.I.I.I – I.I.2.0 – arp – perc – cu
ARGUMENTO (Teatro de la Zarzuela. Programa temporada 05-06)
Libreto. Archivo Guillermo Fernández Shaw. Fundación Juan March
La acción transcurre en una localidad imaginaria del norte de España, Cantabreda.
Primer acto
Amanece y se escucha el canto de unos marineros. En el Café del Vapor, su dueño, Ripalda, recibe a un cliente, Verdier, un extraño marino marsellés. Abel, un joven músico, entona un romance que habla de Marola, la tabernera que regenta un local cercano. Lejana se oye una salve marinera. Abel pone al corriente a Verdier de la belleza de la tabernera y de la extraña relación que la une a Juan de Eguía, hombre huraño y brusco que es el dueño del negocio. Aparece Chichorro, otro marinero, muy dado a la bebida, en cuyo barco tripula el joven Leandro, enamorado de Marola. Verdier y Juan de Eguía, antiguos conocidos, tienen un negocio entre manos y para hablar cómodamente de ello alejan a Ripalda mandándole a buscar tabaco, encargo que éste delega en Abel. Llega Antigua, esposa de Chinchorro, cuyo marido, es muy dado a consolarse con la botella. Está celosa por las visitas de Chinchorro a la taberna y tiene con él una pequeña bronca. Juan de Eguía pide a Marola que convenza a Leandro de que haga para él un servicio. Verdier no está muy decidido a que Marola se involucre en el asunto de esta manera, lo mismo que Simpson, un maduro lobo de mar inglés también metido en el negocio. Leandro declara su amor a Marola una vez más. Antigua, al frente de un numeroso grupo de mujeres, recrimina a Marola el hecho de que traiga locos a todos los hombres del pueblo. Cuando reaparece Juan de Eguía trata con bastante violencia a Marola, a quien en vano intenta defender Abel. Al día siguiente, en la taberna, en medio del bullicioso ambiente, Marola interpreta una bonita canción, seguida por otra, esta vez en la voz de Juan de Eguía. Abel pone a los lugareños en contra de Juan de Eguía al contarles sus malos trastos hacia Marola. Deciden llamar a Leandro para que encabece la represión. Entretanto Simpson ha advertido a Leandro del negocio que, a través de Marola, le van a proponer, advirtiéndole de su peligrosidad, ya que se trata de un alijo de cocaína. Leandro se reencuentra con Marola, pero ésta sigue eludiendo el tema, a pesar de las facilidades que le da el complaciente muchacho. Antigua pide «perdón» a Marola por su anterior conducta y es la oportunidad de que Leandro se entere del trato que recibió por parte de Juan de Eguía. Ante su cólera, Marola se ve obligada a revelar la verdad: Juan de Eguía es en realidad su padre y, por tanto, no quiere que se enfrente a él. Leandro le dice que sabe lo del negocio de cocaína y se ofrece a intervenir. Ella decide acompañarle y se citan para esa noche en el rompeolas. Hay un momento de distensión, protagonizado por Abel, Marola y Ripalda, antes de que los hombres acudan ante Juan de Eguía exigiéndole cuentas por su actuación con Marola. Pero Leandro acaba por ponerse de parte del tabernero, haciéndose cargo además de recoger la mercancía. Abel se desespera, pero es incapaz de hacer algo. Tercer acto Marola y Leandro han recogido la cocaína, cuando son sorprendidos por una galerna y su barca desaparece. Chinchorro especula sobre lo que pudo haber ocurrido, mientras que Ripalda secretamente se alegra, porque así se cerrará la taberna que está arruinando su vecino negocio. Desesperado por lo que puede haberle ocurrido a Marola, Juan de Eguía confiesa públicamente su paternidad, al mismo tiempo que se lamenta de lo mal padre que ha sido para ella. Pero llega Simpson con la buena noticia de que la pareja se ha salvado, aunque ha sido detenida por unos carabineros. Juan de Eguía se confiesa único culpable, por lo que es apresado, y Marola y Leandro son puestos en libertad.Leer más
ESTRUCTURA
ACTO I
- Núm.1: Abel y coro «Eres blanca y hermosa»
- Núm. 2: Verdier, Juan de Eguía y Simpson «Hace días te esperaba»
- Núm. 3: Antigua y Chinchorro «Ven aquí camastrón»
- Núm. 4: Dúo. Marola y Leandro «¡Todos lo saben»
- Núm. 5: Marola, Antigua, coro de mujeres y Leandro «Aquí está la culpable»
ACTO II
- Núm. 6: Marola, Juan, Simpson y coro de hombres «Eres blanca y hermosa»
- Núm. 6b: Romanza. Marola «En un país de fábula»
- Núm. 6c: Romanza. Juan de Eguía «La mujer de los quince a los veinte»
- Núm. 7: Romanza de Simpson y tres marineros negros «¡Despierta, negro, que viene el blanco!»
- Núm. 8: Romanza de Leandro «¡No puede ser! ¿Esa mujer es buena!»
- Núm. 9: Terceto cómico. Marola, Abel y Ripalda «Marola resuena en el oído»
- Núm. 10: Juan de Eguía y Marola «De aquel amor olvidado»
- Núm. 10b: Final del acto II (Marola, Juan, Leandro, Coro de Marineros, Abel y Simpson) «¿Padre, deja que te bese!»
ACTO III
- Núm. 11: Dúo de Marola y Leandro «¿No escuchas un grito…?»
- Núm. 12: Abel «En la taberna del puerto» (recitado) «¡Ay que me muero!»
- Núm. 13: Juan de Eguía y coro «¡No, no te acerques»
- Núm. 14: Final (Marola, Leandro, Juan, Simpson, Coro de mujeres y hombres) «Son ellos, era verdad»
ESTRENO
Teatro Tívoli, Barcelona – 06.04.1936
Int.: Conchita Panadés (Marola), Marcos Redondo (Juan de Eguía), Aníbal Vela (Simpson), Faustino Arregui (Leandro), Estrella Rivera (Abel), María Zaldívar (Antigua), Trinidad Rodríguez (Menga), Pepita Fontría (Tina), Joaquín Valle (Chinchorro), Antonio Palacios (Ripalda), Antonio Ripoll (Verdier), Manuel Murcia (Fulgen), Manuel Lopetegui (Senén), Francisco Sanz (Valeriano)