ADIÓS A LA BOHEMIA (1933)
Cuando Sorozábal tiene quince años y es violinista del Teatro Principal de San Sebastián, se representa un paso de comedia, una comedia corta antes de la principal, escrita por Pío Baroja, con el título de Adiós a la Bohemia. La escena se desarrolla en un pequeño café de un barrio de Madrid. Durante su puesta en escena suena una melodía de violín que Sorozábal interpreta. Tras el escenario, observa la representación y se queda fascinado por la obra. En Leipzig, vuelve aquella obra a su cabeza. Escribe a Pío Baroja, siendo entonces un perfecto desconocido, y Don Pío accede a colaborar con él.
«Yo no quería estrenarla. Me figuraba que era una obra para minorías…», así comienza Sorozábal el capítulo dedicado a esta obra en sus memorias.
El marqués de Valdeflores, pintoresco empresario de una compañía lírica, le pide autorización para reestrenar en Madrid La Isla de las Perlas. Sin embargo, durante los preparativos, llega a oídos del marqués que el compositor prepara un estreno con Baroja. El marqués, un tanto molesto, le recrimina por no haberle informado. Sorozábal intenta hacerle entender que Adiós a la Bohemia es «casi un experimento», una obra que probablemente no sea del gusto de la mayoría del público, pero ante la insistencia del marqués por estrenarla, termina accediendo.
"... mi mejor obra hasta ahora..."
El violinista de Adiós a la Bohemia
El estreno se completa con la representación de La Guitarra de Fígaro. Esa noche el marqués no ofrece invitaciones a la prensa, y los críticos de ABC y de La Tierra tienen que comprarse sus entradas. Solo unas cincuenta personas pasan por taquilla y el Teatro Calderón se encuentra medio vacío. Cuando el marqués se convence de que en esas condiciones no puede estrenarse la obra, envía un representante con entradas al bar Zaragoza, situado en Atocha, «local de furcias y chulos», y a otro, a un cuartel cercano. Una media hora después del comienzo de la representación de La Guitarra de Fígaro, este público irrumpe precipitadamente en el teatro.
«… En esas condiciones, en ese ambiente y con ese público se estrenó mi mejor obra, la que creo nada menos que es un hito en el teatro lírico español…»
La noche del estreno Sorozábal se da cuenta de que hay algo que falta. Habla con Baroja y le pide ayuda para hacer algunos arreglos en el libreto. Así se introduce el Prólogo, cantado por el Vagabundo, que explica el contenido de la obra.
FICHA TÉCNICA
Ópera chica en un acto.
Libreto de Pío Baroja y Pablo Sorozábal.
Personajes principales: Trini (soprano), Ramón (barítono), Vagabundo (bajo), Señor que lee El Heraldo (bajo cómico), Un chulo (barítono cómico), Un sátiro (actor), Un señor de capa, Muchacha 1 y 2, Una señora vieja, Un mozo, Coro de bohemios, prostitutas.
Orquestación: I+I.I.I.I – 2.2.I.0 – perc – arp – cu
ARGUMENTO
La escena representa el interior de un café de barrio de Madrid, allá por el año 1900. Un grupo de bohemios discute acaloradamente, mientras Ramón, sentado a una mesa, espera impaciente a que llegue Trini. Completa la escena un señor que lee el Heraldo sentado en otra mesa.
Al levantarse el telón, aparece el Vagabundo, quien, dirigiéndose al público, declara que más vale vivir en el sueño que en la amarga realidad.
Un señor lee «El Heraldo» en voz alta, La noticia habla de una tragedia familiar: una niña quema, sin querer, un billete de cincuenta que corresponde al jornal semanal de su padre. Éste, furioso y desesperado la mata. La madre, que se encontraba bañando al más pequeño, sale al oir un grito y muere del susto, mientras la criatura se ahoga en la bañera.
Ramón no para de mirar la hora. Entra, por fin, Trini en el café, quien excusa su tardanza por la llegada de su hermano del cuartel. Discuten. Después, comienzan a recordar viejos tiempos.
Ramón le cuenta que se marcha a su tierra para trabajar en el campo, pues siente que ha fracasado. Trini le recuerda cómo todos decían que iba a ser un gran pintor y le pregunta por el retrato que le pintó. Ramón le contesta que lo quemó y que ya no piensa coger los pinceles. Ramón le propone dar un paseo, pero Trini le contesta que ha de esperar a Milagros, que va a venir a buscarla.
Aparece Milagros, acompañada de un chulo. Ramón, en un arranque de pasión, suplica a Trini que no le deje, pero Trini se marcha con el chulo, no sin antes decirle que es mejor olvidar el pasado.
Ramón se levanta para ir tras ella, pero el señor que lee el Heraldo lo para diciéndole que si ella no quisiera no se iría.
Ramón sale a dar un paseo y aparece el Vagabundo replicando nuevamente «¡Realismo! ¡Realismo! Cosa amarga, triste. ¡Vale más vivir en el sueño!
ESTRUCTURA
Introducción orquestal — «¡Señoras, señores! Yo, poeta fracasado» — Coro de bohemios: «El Greco, Velázquez, Goya, esos son pintores»– Chotis del señor que lee El Heraldo: «Al volver cansado a su buhardilla» — Romanza del Vagabundo: «Absurdo, Absurdo, ya estamos en primavera» — Ramón «Si no vendrá» y entrada de Trini: «Chico no pude antes» — Dúo de Ramón y Trini: » Dime… ¿qué has hecho de aquel empleo que buscabas?» — Interludio del Piano y el Violín: «Esta música,cómo me recuerda aquellos tiempos!» — Romanza de Trini: «Y aquella tarde que fuimos a la Moncloa» — Romanza de Ramón: «El poeta pobre, bohemio y truhán» — Coro de mujeres: «¡Noche! Noche, triste y enlutada como mi negro destino» — Duo de Ramón y Trini: «¡No, Trini, no!» – Entrada del Chulo y despedida de Trini: «Buenas… Conque… ¿vienes o no? — Final: «¡Realismo! ¡Realismo! Cosa amarga»
ESTRENO
Teatro Arriaga, Bilbao – 16.11.1933; Teatro Calderón, Madrid – 21.11.1933; Teatro Victoria Eugenia, San Sebastián – 23.11.1933
Int.: Conchita Bañals (Soprano), José Mª Aguilar (Barítono)