El Trío Zukan llevará a escena, este miércoles en Niessen Kulturgunea, una de las obras de la compositora Zuriñe F. Gerenabarrena, concretamente la titulada ‘Harri, Haize, Harea’. La autora se muestra encantada de que su obra se pueda escuchar dentro del programa de Musikaste, un festival al que le está “muy agradecida”.
– ¿Cómo valora el panorama creativo musical vasco?
– Después de un tiempo pasado de abrir camino y sembrar futuro, creo que en la actualidad se pueden ver los frutos recogidos en muchos ámbitos de la cultura musical que tenemos. Se han llegado a cotas muy altas a nivel de educación, con una programación musical regular por cada territorio, con diferentes festivales anuales que presentan diversidad en cuanto a estilos y corrientes musicales que impregnan cada nuevo concierto. Y todo ello, junto a un publico asiduo que acude con respeto y curiosidad a las temporadas, tanto de orquesta como de música contemporánea, popular, jazz etcétera. Existen ayudas a la creación, edición y festivales que suponen un impulso para promover nuevas expresiones artísticas, y se da un mayor flujo de instrumentistas y corrientes internacionales. Esto hace que vivamos un momento positivo, pero hay que mantenerse atento a seguir avanzando y no dar todo por conquistado.
– ¿Qué destacaría de la obra ‘Harri, Haize, Harea’
– Es una obra que introduce material que continuamente está en cambio. La tímbrica es un elemento primordial, trabajada desde la particularidad de los instrumentos a solo o en trío. Y la inmersión de la electrónica funciona como un elemento más a construir, relacionándose por igual.
– ¿En qué se inspiró para componer este trabajo?
– Si bien es un encargo y está pensada y dedicada al Trío Zukan, es la propia singularidad del trío y su carácter instrumental individual, lo que me impulsó a explorar muchas de las posibilidades que ofrece cada instrumento y la virtuosidad de los intérpretes. La idea de colocar a cada instrumentista un altavoz a su lado a modo de sombra, me permitió pensar en la idea del doble y la refracción, así como la interacción entre los instrumentos y electrónica desde una mirada actual, pero sin olvidar la tradición.
– ¿Qué le supone que su obra se pueda escuchar en Musikaste?
– Para mí es un gran placer y me llena de alegría por muchos motivos. Musikaste, junto con Eresbil, es un lugar de referencia en el panorama musical de Euskalherria. Fue en uno de sus conciertos, el primer lugar en que que se estrenó una obra propia fuera de mi entorno, siendo aún alumna de composición. Tengo un bellísimo recuerdo de aquel momento, lleno expectación y alegría. Gracias a apoyos como éste, fui forjando mi camino. De ahí mi agradecimiento sincero.