En 1980 se conmemoró el primer centenario del nacimiento de cinco compositores vascos, si bien fueron Bernardo Gabiola (1880-1944) y el P. Nemesio Otaño (1880-1956) los que más atención recibieron. Especialmente este último, ya que estuvo en el programa de todas las jornadas, incluida la ponencia inaugural del acto de apertura.
El concierto dedicado al órgano estuvo protagonizado por Luis Elizalde con la colaboración de las voces de María Luisa Busselo e Itziar Martínez, mientras que la música para banda tomó el protagonismo en la jornada dedicada a los clásicos vascos. Las bandas de Errenteria e Irún interpretaron obras de Mariano San Miguel y de los citados Gabiola y Otaño.
El día coral acogió la visita de las corales Laino Eresi de Zalla, San Juan Bautista de Leioa, Sociedad Coral Ondarreta de Donostia, Ametsa de Irún y las errenderiarras Oiñarri y Andra Mari, que interpretaron obras de Balerdi, Otaño, Isasi, Irigaray, Ondarra, Castro y Guridi.
El concierto dedicado a la música de vanguardia destacó por el estreno de La quête héroïque du Graal, obra del P. Donostia que precisa de cuatro Ondas Martenot, lo que supuso todo un reto para la organización del festival.
La edición se clausuró con obras de Otaño y Usandizaga, en cuya Fantasía para cello y orquesta destacó la interpretación del solista Pedro Corostola.