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AYUDAS A LA ACCESIBILIDAD

RAIMUNDO SARRIEGUI

1838-1913


V

Raimundo Sarriegui Corredor de Comercio

        En su nuevo estado civil Raimundo Sarriegui captó claramente que su gran afición a la música no le solucionaba su plan de vida. Ni como cantor de capilla, puesto muy débilmente retribuído, ni como compositor, intérprete y director de charanga, oficio del que nunca percibía nada. Más tarde llegaría a ser profesor en la Academia Municipal de Música, pero también con retribución muy limitada.Retrato de Sarriegui. Revista Novedades, 1910
         En su adolescencia, de las Escuelas Públicas había pasado a la Escuela Oficial de Comercio, que se hallaba también en la plazuela de la Iguera. Aquí cursó sus estudios de comercio con la intención de profesionalizarse como Corredor de Comercio.
Para poder acceder a esta profesión, que era de nombramiento real, se requería, según el Proyecto de Código de Comercio de la Comisión de 1828:
         - ser natural de estos reinos.
         - tener venticinco años cumplidos.
         - disfrutar de buena opinión y fama.
         - no haber sido procesado por delito grave y feo.
         - acreditar 6 años de aprendizaje en el comercio, hecho en el despacho de algún comerciante matriculado o de un corredor autorizado. (1)
         Al fin asesorado por un amigo corredor de comercio y debidamente educado por él presentó su solicitud al Ministro de Fomento, que lo era Manuel Ruiz Zorrilla durante el Gobierno Provisional del General Serrano.
         Con fecha de 16 de febrero de 1869 recibió la respuesta del Ministro en éstos términos:
…Por cuanto atendiendo a que Don Raimundo Sarriegui y Echeverria ha acreditado reunir las condiciones prescritas …he acordado por resolución de esta fecha expedirle el presente Título de Corredor de Comercio de la plaza de San Sebastian…para que pueda entrar en el ejercicio del citado cargo, en el cual le serán guardadas todas las consideraciones, fueros y preeminencias que le correspondan…
         Esta titulación, venida de Madrid, fue certificada por el Gobernador de Gipuzkoa, Joaquín Cabirol, el 24 de febrero siguiente y registrada en la misma fecha en la Sección de Fomento guipuzcoana en el folio 163. (2)
         El Corredor, para ingresar en el cuerpo, tenía que presentarse al Decano, mostrar el título, pagar una cantidad de entrada, jurar fidelidad a las Ordenanzas y constituír la fianza anual, que en su caso eran de 12.500 pesetas nominales en renta perpetua al 4% interior.
         El Corredor debía tener un libro foliado, donde constasen todas las operaciones ejecutadas, libro que sería presentado al principio del año, al renovar el juramento. (3)
         Cumplidas estas condiciones, a continuación comenzó Raimundo sus gestiones de intervención en documentos de crédito y préstamo, intervención en documentos de avales y garantías, intervención en negociación de valores mercantiles, certificación de contratos, etc…
Pronto adquirió un prestigio de hombre cabal y justo, incluso de talento profesional, lo que le incrementó sobremanera su clientela.
         En todos los comercios de la ciudad era estimadísimo por su íntegra honradez. (4)
         Los comienzos de Raimundo Sarriegui no conocieron la existencia de un Colegio de Corredores de Comercio, entidad que fue instituída el 10 de febrero de 1886, siendo nombrado presidente Martín Garralda y cuyas reuniones tenían lugar en un local del Banco Guipuzcoano.
Pero ya en el Boletín Oficial de Gipuzkoa nº 19 del año 1904 se publicó con fecha de 12 de agosto la noticia del fallecimiento del Síndico Presidente o Decano del Colegio de Corredores Faustino Apalategui y que le sucedía en el cargo Raimundo Sarriegui.
         Al Síndico Presidente o Decano del Colegio de Corredores correspondía:
         - conservar en su poder y custodiar los resguardos de las fianzas
constituídas de los Corredores en el Banco de España y los fondos de que disponga el Colegio.
         - presidir y dirigir las Juntas ordinarias y extraordinarias, convocando a los
individuos, cuando lo crea necesario.
         - abrir las sesiones y levantarlas, dando cuenta de lo ocurrido al Excmo. Sr.
Gobernador Civil en caso de sesiones conflictivas.
         - dirigir la discusión, conceder y retirar la palabra, según proceda, etc, etc. (5)
         Raimundo Sarriegui mantuvo este nombramiento hasta el 27 de enero de 1906,
aunque sin dicho título también figuraba en las actas siguientes de las reuniones de los Corredores Jurados. (6)
         En la de 3 de febrero de 1906 pidió la palabra para dirigirse a un compañero de Junta y decirle:
         … que las cotizaciones se deben dar al Colegio y no a los particulares y por lo tanto recomendaba al Sr. X X que para bien suyo no siguiera por ese camino, pues aparte de que tal conducta pudiera proporcionarle sendos disgustos, no era tampoco muy correcto despreciar las advertencias que le había hecho la Junta Sindical. (7)
         Él había instalado su escritorio o despacho en la calle Garibay, 6, en locales propiedad de Atanasio Osácar, Concejal donostiarra y Presidente de la Cámara de Comercio en 1891, 1897-1898. (8)
         Tras el fallecimiento de este prohombre sus locales fueron cerrados. Pero Raimundo Sarriegui continuó ejerciendo su profesión, puesto que la edad de jubilación estaba señalada en los 75 años.
         Rosa Seminario, viuda de Atanasio Osácar, cedió el entresuelo de dichos locales para pequeña residencia de religiosos capuchinos y su almacén para capilla, que se inauguró el 19 de marzo de 1909. Aquí desarrollaron su tarea apostólica los Capuchinos hasta el 12 de abril de 1913, fecha en la que inauguraron la nueva residencia de la calle Oquendo, 22, once días antes del fallecimiento repentino de Raimundo Sarriegui.
         Raimundo Sarriegui a la misma hora que acostumbraba ir al comercio, acudía diariamente a la capilla, que ocupaba su despacho, para orar por sus antiguos clientes.
En 1910 Raimundo Sarriegui redactó su testamento y en su encabezamiento se presenta como Corredor de Comercio en activo.
         Durante toda su vida él vivió entre las murallas y, cuando éstas desaparecieron, apenas se alejaba de su casa, más que hasta la calle Garibay.
         En la contemplación de todos estos considerandos, queda claro que la personalidad profesional de Raimundo Sarriegui era muy diferente de la de Raimundo Sarriegui, músico de charangas y comparsas. Para él la primera era motivo de preocupación constante, pero era su modus vivendi, que le convirtió en un donostiarra económicamente poderoso. En la segunda encontraba su relajamiento y disfrute de la vida.
         Pero debemos recalcar que Raimundo Sarriegui en el historial de los Corredores de Comercio donostiarras ha quedado en el común de todos ellos, recordado solamente por un grupo minoritario de investigadores.
         En cambio en el mundo musical festivo donostiarra su nombre ha quedado inmortalizado por la gran aceptación de sus partituras y por el reconocimiento popular y municipal de sus contemporáneos y previsiblemente del donostiarrismo actual y futuro.

 


1 – Cano, José R. El Corredor de Comercio Colegiado/Historia de una profesión (Madrid: Consejo General de los Colegios Oficiales de Corredores de Comercio, 1985), obra escrita en equipo, pág. 207.
2 – Documento conservado por Luis Lasa Olmos, actual heredero de Raimundo Sarriegui.
3 – Cano, José R. o. c. pág. 207
4 – Bengoechea, J. D. Raimundo Sarriegui en Euskal Erria, tomo 18, 1913, pág. 403.
5 – Cano, José R. o. c. pág. 405.
6 – Libro de actas, perteneciente al Colegio de Corredores de Comercio de esta plaza (San Sebastián). Este libro se halla actualmente en la Delegación Notarial de San Sebastián.
7 – Ibidem.
8 – Bengoechea, J. o. c. pág. 404.


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